miércoles, 21 de febrero de 2018

DOS MIL CINCUENTA Y TRES







Fortalecer mi vida interior, es mi protección contra lo que viene de fuera.
Demasiada información contradictoria.
A través de mi experiencia, he llegado a ciertas conclusiones que se acoplan a mi estado actual, en el cual me complace el silencio, la lectura, un paseo por el bosque, la meditación, el canto de los pájaros, escribir mi diario y algunas cosas más que las voy contando a medida que acontecen.

A veces tengo que dar muchas vueltas a asuntos, que entran en discordancia con lo que me aconseja el médico y mis decisiones.
Por ejemplo, el doctor Álvarez de Mon que me está ayudando a curarme de una enfermedad difícil, que nadie fue capaz de hacer un diagnóstico en Bilbao, por lo que tengo que ir a Madrid cada vez que necesito que me vea, considera imprescindible que nade, tanto en invierno como en verano.
Según él, nadar es el gran secreto.
No lo pongo en duda.
Estuve yendo a Hydra durante el curso pasado y en verano, a la playa de Plencia los días que hacía buen tiempo, no obstante, este año no me siento con fuerza.
Tengo demasiadas cosas pendientes
Me estoy poniendo implantes.
El lunes tengo que ir a Cruces para que me vea el epatólogo y empezaré a tomar la medicación para eliminar el VHC*, para lo que llevo esperando muchos años y todavía no sé como serán los efectos secundarios.

Además, el agua de la piscina me estropea el cutis y me debilita el pelo.

No puedo negar que nadar me sentaba bien y que me daba gusto aprender a nadar en plan serio, 
aprendiendo a respirar y a moverme como lo hacen los peces.

Insistía tanto el doctor_profesor en la importancia de la natación, que le pregunté si él nadaba, y me contestó con la euforia que le caracteriza:

Yo soy un vitalista.

Yo también, pensé, pero no dije nada.

El doctor considera que Pilates solo sirve para relajarse, pero a mi me sienta muy bien y voy sin que me cueste mucho esfuerzo.
Tengo una entrenadora personal, Berta, que además es osteópata, conoce mi cuerpo y me ayuda muchísimo.
Incluso me acompañó a la clínica universitaria de Pamplona cuando fui a que me viera la rodilla el doctor Valentí.

En la natación también tenía una entrenadora personal que me enseñó a nadar bien, tanto crol como espalda, que son los únicos que puedo, debido a mi lesión de rodilla.


No descarto volver algún día cuando me sienta más ligera.



*Virus de hepatitis C




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