jueves, 3 de agosto de 2017

QUINIENTOS OCHO







Por fin ayer estrené la playa.
Hizo un día espléndido, no obstante he de reconocer que tuve que hacer un gran esfuerzo para ir al sol, en vez de comer un menú en el Zuen Etxea, que es un restaurante que está muy cerca y donde se come francamente bien.
A mi edad el sol ya no me apetece tanto como cuando era joven y me sentía lagartjja.
Por fin llegué, me instalé en la toalla, me di la crema y me metí en el agua.
Me costó entrar, porque mi pierna derecha está corta y floja pero cuando ya pude nadar, disfruté, disfruté de verdad, aunque la diferencia de nadar en piscina es abismal.
La mar tiene sus corrientes y yo me había olvidado.
Me llevaba por donde quería.

Recordé unos días que estuve de vacaciones en Byron Bay, que es una ciudad de Nueva Gales del Sur, en Australia, donde no existen franquicias y todo está basado en el surf, la playa, la comida sana, las canalizaciones y la vida salvaje.
También hay raves* de las buenas pero yo no fui a ninguna, ya no estaba en esa onda.

Lo que sí hice fue acudir a una reunión de NA*.
Había mucha gente porque se podía ir por cualquier clase de adicción o dependencia que se tuviera.
Me interesaba.
Siempre me han interesado las terapias, aunque en aquel momento yo casi no tenía problemas excepto el de comer demasiado.

Me impresionó un chico que había roto la relación con su novia y se sentía sin estímulos, no sabía  qué hacer, por lo que tomó la decisión de empezar a ir al gimnasio.
El primer día llegó, miró a través del cristal y huyó, ni siquiera se cambió de ropa.
Tomó un café y se marchó.
Al día siguiente volvió y esta vez ya entró en el gimnasio, habló con el profesor, le indicó la tabla que le convenía, se duchó y se fue.
A partir de ese día iba todos los días y cada vez estaba más contento, deseando que llegara la hora de su entrenamiento..

Pues bien, ayer, yo, mientras estaba en el agua intentando nadar y disfrutar del momento, me acordaba de ese chico y comprendía que probablemente a mi me pasará lo mismo.
De hecho hoy hace un tiempo maravilloso y ya estoy pensando en que llegue mi hora de playa, aunque sigo pensando que lo que más me gusta del sol es la sombra.




*Fiestas clandestinas
*Narcóticos Anónimos






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