martes, 4 de julio de 2017

TRESCIENTOS DIEZ Y NUEVE







Lo mejor para estar siempre de buen humor es aceptar lo que la vida trae.
Mi amiga Rosa Sin Espinas tiene un lema:

Lo que viene conviene.

A mi, por ejemplo, no me gusta tener cosas en casa, cuántas menos, mejor, no obstante, me ofrecen de todo, a lo que en general, me suelo negar.
Por ejemplo, cuando se murió mi exmarido, mis hijos me preguntaban si quería de todo, neveras, cuchillos, televisiones y más cosas que no recuerdo.
Lo único que acepté, fue una televisión de pared.
Llevaba muchos años sin ver televisión.
Hace mucho tiempo me di cuenta de que me atontaba y decidí regalar a Proyecto Hombre un retroproyector estupendo, que ya me estorbaba.
He estado unos años con esta televisión viéndola poco, más que nada los telediarios, algunos programas de la Sexta y los de Literatura.
Dado que mi iMac es de 27 pulgadas y muy buena calidad, me arreglo para las películas y las series.
Pues bien, mis hijos me han regalado otra tele.
Aunque ellos se queden con las mejores, a mi las que me caen, me parecen estupendas.

Prefiero escuchar la radio que ver la televisión, no solo porque tiene más nivel, sino porque no me interesa que acaparen toda mi atención, incluida la mirada.
Puedo estar con la radio puesta mientras hago solitarios, ese es uno de los planes que más me relaja cuando termina el día y me meto en la cama, con ganas de descansar.


Me gusta lo que me despierta, lo que me hace pensar, lo que no sé.
Por ejemplo, hay un artista cuyo nombre no recuerdo, al que le molestan los pájaros porque considera que rompen el azul del cielo.
Ese tipo de comentarios me encanta. 
Nunca se me hubiera ocurrido algo semejante.

La pintura me gusta porque me gusta desde que nací y no tengo que darle más vueltas, pero el arte que se produce desde que Duchamp expuso La Fuente, es otra cosa.
Está relacionado con el pensamiento, la contracultura, el antisistema, la política y todos los asuntos con los que los artistas creativos nos despiertan.


No voy a negar que me gusta dormir en la cama, pero durante el día necesito estar consciente, ya que tengo facilidad para distraerme y puede ser la causa de fatales consecuencias.






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