viernes, 31 de marzo de 2017

DOSCIENTOS TREINTA Y DOS







Tengo la sensación de que me estoy dejando manipular por los mercados cinematográficos.
Se trata de lo siguiente:
Sigo una serie que mantiene mi atención abstrayéndome de todo, me observo a mi misma mirando la pantalla con la boca abierta.
Se trata de un asesino en serie muy inteligente, con doble personalidad que le hace bastante atractivo e interesante.
Una mujer policía, guapa, tan inteligente como él o más y con similares problemas emocionales, sabe quien es y le persigue, pero por circunstancias que no acabo de entender, no le detiene.
La serie me ha gustado hasta ahora, pero tengo ganas de que se acabe porque ya no le veo la gracia.
Después de tanto esfuerzo para localizar al asesino estoy deseando ver el desenlace, no obstante todavía me queda una temporada.

Se lo comenté a Jaime, que entiende bastante de series y sonriendo, me dijo:

Eso es lo que hacen en cuanto ven que una serie tiene éxito.
Alargan el guión y siguen sacando capítulos.

Pero ya no tiene el interés del principio, se nota que lo que pasa es relleno.

Ya, pero si estás enganchada, quieres saber lo que pasa al final y sigues.
Eso es lo que hacen con Juego de Tronos.
Ya ves que siguen rodando capítulos nuevos hasta en Vizcaya.

Ahora entiendo.

Es puro marketing.

O sea que ya es asunto mío decidir si quiero dejar que me sigan tomando el pelo o corto y empiezo otra serie, que no me deje con esta sensación de perplejidad que no me gusta nada.
No me gusta permitir que me tomen el pelo.
De una manera u otra, a pesar de creer que ya me voy dando cuenta de que algo o alguien me quiere manipular, sigo cayendo como un cuy* en la misma ratonera una y otra vez.
Aún así, no tiro la toalla, aprenderé.



Está haciendo un tiempo maravilloso.
Ayer fui a la playa Salvaje al atardecer para sacar fotos y la parte de arriba estaba llena de gente, que había ido a disfrutar del paisaje.
Y muchos surfers en el agua apurando las últimas luces.

Hice unas fotos muy bonitas que por lo que me contó Virginia, la profesora de natación, se pueden superar si las hago poniendo el iPhone vertical.

Hoy tengo planazo.
He quedado con Rosa sin espinas para ir a comer a un caserío de Munguía.
Plan completo.
Charlar con mi amiga, sacar fotos, pasear por el campo absorbiendo la paz de la naturaleza y comer muy bien.
La vida me sonríe.


*cuy: conejillo de Indias





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