viernes, 2 de diciembre de 2016

CIENTO CATORCE








Últimamente estoy entretenida con las series.
Me apetece más quedarme en casa viendo una serie buena, que ir al cine.
Además, para mi es importante ver la versión original con subtítulos.



La vida de la reina de Inglaterra me está encantando y lo digo en presente, porque parece ser que va a haber muchas temporadas, así que tendré entretenimiento para rato.
No soy amiga de los cuentos de hadas ni de los príncipes que se casan con cenicientas.
No digo "plebeyas" porque me parece un palabro despectivo.
Al contrario, lo que me gusta y me inspira son las personas que hacen lo que quieren, lo que les gusta, lo que les apetece, que se respetan.
No obstante, la vida de esa reina a quien casi conozco desde que nací, me interesa.

Adoro estar tumbada en el sofá de mi casa contemplando algo que me entretiene y con lo que voy aprendiendo la historia de Inglaterra.

Tengo un blog que se llama ¡Series por favor! Y ahí voy publicando las series que veo y las que me recomiendan.





Algunos días las palabras me salen como agua de manantial, fluyen al mismo tiempo que las ideas y me creo que siempre va a ser así, tan fácil, no obstante, cuando menos lo espero me convierto en un corcho que me impide el acceso a la cueva de Alí Babá, donde se encuentran todos los tesoros que he ido acumulando a lo largo de mi vida.

En esos casos, trato de aceptar la situación, cambio de actividad y al rato lo vuelvo a intentar.




Desde que me he convertido en diarista casi todo mi interés está volcado en la literatura.
No es que me haya dejado de interesar la pintura, eso sería imposible y sin embargo, me siento una diletante, me he salido de ese mundo, es como si ya casi no me concerniese.
Sigo publicando las fotos de los cuadros que todavía me quedan y a veces vendo algunos, pero mi foco está en la escritura.



Considero imprescindible la ortografía por lo que cuando leo, intento fijarme y aprender.
También hago tests que encuentro en internet y salgo bastante bien parada, pero me temo que son para principiantes.
Lo malo de estar tan atenta a la ortografía, que no es otra cosa más que lo forma correcta de escribir las palabras y los signos de puntuación, es que a veces cuando leo y veo alguna falta, me distraigo del contenido.

Y así, escribiendo, leyendo y aprendiendo, paso mi tiempo en ésta aventura que me tenía preparada la vida, para mi solaz y esparcimiento.







No hay comentarios:

Publicar un comentario