miércoles, 9 de noviembre de 2016

NOVENTA Y CUATRO








No me extraña que haya ganado Trump.
Cualquier disparate antes de ceder el poder a una mujer, no vaya a ser que lo haga bien y los hombres se queden sin defensas.
Ya se ha visto que está más considerado un negro que una mujer.
Prescindiendo de que Hillary guste o no, pienso que es el hecho de que sea mujer lo que ha determinado la decisión final.

Mientras no nos demos cuenta de que el poder en manos de los hombres ha fallado y no se intente con las mujeres, mal andamos.




A otra cosa mariposa.

Ayer y antes de ayer tuve clase de escritura y como de costumbre, disfruté de lo lindo.
Me gusta aprender, a poder ser sin hacer demasiado esfuerzo y eso lo consigo en esa clase.
De una manera suave, sin imposiciones, con santa paciencia, el profesor sugiere libros, temas, palabras, modos y maneras que nos ayuden a leer y escribir mejor.

Entre otras cosas, todas interesantes, ayer aprendí el significado de la palabra proxemia (es el uso que hacemos de nuestro espacio personal, el espacio que rodea nuestro cuerpo). 
Desconocía la existencia de esa palabra y sin embargo doy una importancia capital a que se respete mi espacio.
Detesto que se me acerquen demasiado cuando me hablan y me molesta que me toquen.
Me alegra saber que existen ciertas reglas que muestran los centímetros que deben separar a las personas, en función de la relación que las une.




Llevaba tiempo buscando un tipo de yoga, el Nidra, que es difícil de encontrar incluso en India y tuve la suerte de que hay clases en Las Arenas, en un lugar cercano a mi clase de Pilates.
Es una chica inglesa, monísima que me invitó a una relajación y me encantó.
Así que tengo una vida muy ocupada.
Es como si quisiera recuperar un tiempo perdido o tal vez mal empleado.
Tengo muy claro que lo único que importa es el ahora, así que me limito a dar gracias por haberme dado cuenta a tiempo, de que hay una manera de disfrutar de la vida muy diferente a la que me enseñaron cuando era pequeña.

Creo que la única manera de disfrutar de la vida es hacer lo que me gusta, lo que me llena, lo que me produce satisfacción.









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