lunes, 24 de octubre de 2016

SETENTA Y NUEVE








Intento con verdadero ahínco, que todo lo que hago para mis hijos y mi nieta sea porque me apetece, porque me da la gana, porque lo siento, porque solo el amor puro me guía en el empeño.
Ni por un momento quisiera que la palabra “deber” entrase en mi mundo.
La sufrí demasiado cuando era pequeña y he sido pequeña durante mucho tiempo.
Se acabó.

Solo tengo que ser consciente de que estoy contenta.

He pasado un fin de semana delicioso, cuidando de mis hijos y de Odita y me he sentido dichosa.

Para mi es una novedad poder disfrutar tanto de mi familia.
Cuando mis hijos eran pequeños, casi siempre estaba nerviosa.
De repente, sin darme cuenta, a los veintitrés años me encontré con tres hijos y un marido que me hacía poco caso.
Me sentía desbordada.
No podía disfrutar de ellos todo lo que me hubiera gustado.



Más tarde perdí a mi hijo pequeño y a pesar de que no era mi intención tener hijos, el párroco de Barrika que era un buen amigo, me aconsejó que tuviera otro hijo.
Me quedé de piedra.
Nada más lejos de mis intenciones.
Sin embargo, le hice caso, me quedé embarazada y me separé del que era mi marido.
Se llevó a mis hijos mayores y me quedé solita, dedicada en cuerpo y alma a cuidarme y a descansar de un matrimonio que me había dejado exhausta.

De hecho, cuando el que ya era mi ex marido habló con mi madre, ésta le dijo:

“Te entregamos una preciosidad y nos has devuelto una ruina”

Nació mi niño pequeño, al que dediqué toda mi atención.
Ya era toda una mujer de treinta y un años.
O por lo menos, eso es lo que me creía.
Estaba tranquila y mi única ocupación era cuidar de mi niño.
Mis hijos mayores volvieron a casa y se sentían responsables de su hermano y ahijado al que todos mimábamos.

Fue el gran regalo.

Contribuyó a que superaremos la gran pérdida que habíamos sufrido.
La segunda tragedia de mi vida.

Don Ángel tenía razón.
Fue bueno para mi tener otro hijo, aunque todo parecía estar en contra.
Sin lugar a dudas fue lo mejor que podía hacer en ese momento.








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