martes, 25 de octubre de 2016

OCHENTA








Reconozco que tengo que hacer serios esfuerzos para controlar mis nervios en lo relativo a los asuntos de mi ordenador.
Cuando todo va como la seda me siento feliz, pero si algo falla y no consigo arreglarlo en minutos, me creo que es el fin del mundo y ya no puedo pensar en otra cosa hasta que me calmo y lo acepto.
Hasta tal punto estoy apegada a ni ordenata, que no puedo resistir la tentación de revisarlo aunque solo tenga cinco minutos.

Con él aprendo, me comunico, trabajo, investigo, estudio, leo, me informo, me inspiro, ejercito la paciencia, conozco gente, me relaciono con mis amigos y además, me enseña a darme cuenta de lo pequeñita que soy y de la poca facilidad que tengo para la tecnología, lo cual no significa que ceje en mi empeño de seguir utilizándolo, ya que mis asuntos están relacionados con el campo de la creatividad.

Hacer blogs es uno de mis temas favoritos.
En este momento tengo diez y nueve blogs en activo.
Algunos los actualizo a diario y otros cuando me parece oportuno.
Considero que el conjunto de mis blogs de una autobiografía ya que están dedicados a los temas que me interesan.
No todos tiene el mismo éxito.
“Solo mis textos” que es donde publico mi diario, tiene casi 300 seguidores, la mayoría de Estados Unidos.





La clase de escritura cada día está más interesante.
Compruebo con cierta sorpresa, que las personas nuevas son jóvenes, muy jóvenes, lo que significa que vienen más limpias, más preparadas y con menos prejuicios.
No les falta aplomo, tanto para leer sus textos como para opinar sobre los de los demás.
Han quitado las barreras superficiales y no pierden el tiempo.
Son los niños de la nueva era.
Ya están aquí y pronto cambiarán el mundo, a juzgar por lo que predicen los estudiosos del tema.


A veces me gusta escuchar a Matias di Stefano que es un índigo consciente de su misión y explica todo lo que recuerda de vidas anteriores.
Cuenta la historia de la humanidad desde hace miles de años.

Es difícil creerle, mas el hecho de que yo no sea capaz de percibir lo que dice, no me impide poner atención y abrirme a terrenos que desconozco.
Tal vez lo vivo como si fuera un cuento porque en realidad, no necesito saber esos asuntos para ser feliz en la tierra, no obstante mi curiosidad siempre está despierta.

Creo que todos los pasos que he dado en mi vida han sido motivados por la curiosidad o la necesidad.









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