domingo, 14 de agosto de 2016

DOCE








Lo mejor de mi vida es ahora.
Con gran diferencia.
Vivo en paz, descansada, feliz y contenta.
Ya mi cuerpo no me pide emociones fuertes, solo tranquilidad y buenos alimentos.

Me despierto a una hora razonable porque me he acostado a una hora razonable, practico, durante una hora las cuatro técnicas de meditación que me reveló Prem Rawat y empiezo el día con alegría.

No tengo obligaciones excepto los compromisos que yo misma elijo.
El más importante es cuidarme, ya que en asuntos de salud he visto las orejas al lobo y sé que es importante y requiere atención.

Hoy es el último día en que mi hijo, su mujer y mi nieta están aquí.
Ha sido maravilloso disfrutar de ellos.
Gracias a que me he encontrado bien, he sido capaz de atenderles, y cocinar para ellos, por lo que hemos tenido unas maravillosas y disfrutables comidas en familia.

Se van mañana tempranito y volveré a mi claustro, a la casa silenciosa, ordenada, en penumbra.

Tal vez preparando un viajecito a Berlín para cuidar a la niña si sus padres tienen que viajar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario