martes, 16 de agosto de 2016

CATORCE








Sigo cansada, pero no me preocupa porque no tengo obligaciones.
Además de haber trabajado más de la cuenta, supongo que habrá influido que no he comido el tipo de comida macrobiótica al que estoy acostumbrada y que tan bien me sienta.
Ahora volveré a mis sanas costumbres y todo se pondrá en orden.
Me gusta la idea de pasar lo que queda del mes de agosto que es tan tonto, con la sensación de no tener que hacer nada.
Me gusta la idea de que tengo la posibilidad de ver series, una encantadora manera de pasar el tiempo sin crearme problemas ni fatigarme.

Las plantas no me dan trabajo porque se conforman con el sol.
Las riego poco, así me lo aconsejaron.
Antes las regaba demasiado y no era bueno.
Ahora tengo que contenerme para regarlas menos y reconozco que les sienta mejor.

Sigo leyendo los diarios de Pániker y hay algo en ellos que me atrae, porque a pesar de que las disertaciones filosóficas y místicas ni las entiendo ni me interesan, hay algo humano en su día a día, que me parece tierno.
Además, me gustan las personas mayores con circunstancias similares a las mías.
La enfermedad, el cansancio, la proximidad de la muerte, la paz tan deseada, todo me gusta.

En definitiva, me siento bien en esta parte de mi vida.









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