martes, 9 de febrero de 2016

Capítulo 49_ Mónica toma una decisión












Hasta tal punto le afectó lo que le dijo Gari, que Mónica prefería no pensar.
Quería tranquilizarse pero no lo conseguía.
Sabía que debía tomar una decisión, mas se sentía incapaz.
Lo que le propuso Gari ponía toda la responsabilidad en sus manos.
Lo que él planteaba era meterse en la cama directamente, sin hablar de sentimientos ni pensar en las consecuencias.
Poco o nada tiene que ver la vida de una mujer casada, con la de un joven que hace lo que le da la gana, de día y de noche, sin dar explicaciones a nadie.
Presa de un desasosiego que no conseguía superar, decidió irse a Saint Gaudens, a la Maison Cuisine et Santé (1).
A pesar de que tenía mucho trabajo y más ganas que nunca de quedarse en Bilbao, comprendió que necesitaba estar sola, reflexionar con calma y para eso nada mejor que, por fin, ir a ese lugar del que tantas maravillas había oído.
Llamó, reservó una habitación, y se dispuso a conducir.
No tuvo que dar grandes explicaciones a Alonso, porque él ya se había dado cuenta de que su mujer estaba alterada y le pareció una idea estupenda que tomara la determinación de aislarse y descansar.
Además, Alonso conocía la macrobiótica porque en San Sebastián están bastante adelantados en ese terreno.
René Levy estuvo dando conferencias allí, y creó escuela por lo que ahora hay restaurantes macrobióticos y gente que la practica, mientras en Bilbao casi ni existe.
En cuanto pasó la frontera, a Mónica se le fueron las dudas y empezó a disfrutar de ese paisaje francés tan cuidado que se divisa desde la carretera que va hacia Toulouse.
Son cuatro horas deliciosas.
Llegó a Cuisine et Santé a tiempo para cenar.
Sopa de miso, arroz integral, calabaza potimarron horneada y verduras Nishime.
De postre, compota de manzana con una deliciosa crema sin azúcar.
Una comida sencilla, equilibrada y bien elaborada.
Tras la cena una conferencia impartida por Daniel, el director, en la que explicaba la importancia del ying y el yang (2) enfocado en la alimentación.
Mónica estaba cansada y se fue a la cama nada más terminar.
Ya se encargaría de enterarse del funcionamiento de todo al día siguiente.
Sentía que había hecho lo correcto.
No era una huída, sino un regalo que se hacía a si misma para intentar recobrar la paz perdida.
Confucio decía:

Si pierdes tu dinero, no has perdido nada.
Si pierdes tu salud, has perdido algo.
Si pierdes tu paz interior, has perdido todo.

Mónica leyó esta frase hace mucho tiempo y la tenía presente en su vida, por eso no quería soportar ni un momento más, el caos en el que vivía desde hacía unos meses.
El libro de Tolstoi, Anna Karénina le ayudaba a recapacitar sobre su propia vida.
Todavía no lo había terminado, ya que necesitaba leer varias veces cada capitulo para asimilar la psicología de los personajes y la realidad de sus vidas.
A pesar de la distancia tanto en el tiempo como en las costumbres, las emociones de los seres humanos no varían.
La verdad es que su situación poco tenía que ver con la de Anna Karénina, excepto en haberse enamorado de un hombre que no era su marido.
Anna no sentía nada hacia su marido excepto quizás desprecio, mientras que Mónica quería a Alonso, se sentía querida por él, le gustaba vivir con él y excepto el asunto sexual, todo era estupendo.
Quizás sea por eso por lo que Mónica se había encaprichado de Gari, porque lo que ella sentía no era amor, ni siquiera le conocía ni le admiraba, era una atracción desmesurada que le hacía sentirse feliz solo con saber que iba a verle.
Dando vueltas al tema se quedó dormida.
El aire puro y el silencio que se respira en esa escuela de salud, ayudan a recobrar el sosiego.
Se despertó temprano.
Vio desde la ventana que había un grupo de gente haciendo taichí (3) en el jardín.
Se sumó a ellos y trató de hacer los lentos movimientos que marcaba el profesor.
Casi todos estaban descalzos con el fin de energetizarse pisando el rocío de la mañana sobre la hierba, pero a Monica no le apeteció mojarse los pies, aunque en el fondo de su corazón, deseaba integrarse en el grupo.
Terminado el taichí, desayunó y otra vez conferencia de Daniel.
Las personas que querían hacer preguntas las escriben en un papel y Daniel las contesta durante la charla.
Daniel leyó la de Mónica:

Estoy muy alterada desde hace tiempo por problemas de relaciones amorosas y me siento confundida, ni siquiera sé las decisiones que debo tomar.

La respuesta de Daniel fue breve y rotunda:

Evidentemente, tu problema es que estás demasiado ying.
Con la alimentación que tenemos aquí, te irás centrando.
Si eres capaz de hacer el nº7 (4) irás más rápido.
Con ésta alimentación se refuerza la voluntad y se clarifica la cabeza.

Mónica todavía no sabía nada sobre el nº 7 de la macrobiótica.
Al terminar la conferencia se quedó hablando con una chica de Barcelona que llevaba 5 días haciendo el 7 y le contó que los primeros tres días lo pasó mal, pero ahora se sentía mucho mejor.
Mónica no se atrevió a preguntarle cual era su problema, ni tampoco se decidió a empezar un 7.
De momento se contentaba con estar en Saint Gardens haciendo lo mismo que los demás.





1_Cuisine et Santé es un lugar para iniciarse en la práctica culinaria de la macrobiótica y su filosofía.
Está en Saint Gaudens, cerca de Toulouse, Francia.
2_El yin y yang son dos conceptos del taoísmo, que exponen la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración
3_El tai chi o tai chi chuan es un arte marcial desarrollado en el Imperio de China, practicado actualmente por varias millones de personas en el mundo entero, por lo que se cuenta entre las artes marciales que se practican más masivamente.
4_dieta desintoxicante por excelencia de la macrobiótica; se recomienda a las personas que tienen alguna enfermedad o problema psico-físico por resolver

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