martes, 19 de enero de 2016

Capítulo 37_Cabeza de chorlito











Jaime Artiach se había ido a Bali, dejando tristes a los que se quedaban en Bilbao.
A Gari, porque le hubiera gustado ir pero habría sido una imprudencia.
Carlota se había encariñado con él y aunque quería hacerse la dura, le echaba de menos.
Beatriz le adoraba y para ella era siempre una alegría hacer planes con su hermano.
Su madre le quería tanto, que a pesar de saber que iba a echarle en falta, se quedaba contenta sabiendo que estaba sano haciendo lo que quería.
Eran una familia independiente.
Se tenían cuando se necesitaban y vivían a su manera.

Al no estar Jaime, Carlota se encontraba más disponible para hacer planes con Mónica y a menudo Gari se unía a ellas.
Seguía sintiéndose atraído por Mónica, mas la idea de estar con ella mano a mano, no le apetecía. 
No le interesaba su conversación frívola y superficial.
A pesar de que había mejorado algo desde que la conoció, se daba cuenta de que seguía siendo una niña mimada, que no se conoce ni tiene interés en hacerlo.
Recordaba la diferencia con aquella artista, con la que estuvo conversando tan a gusto y pensó en que tenía que haber un modo de encontrarla.
Ya que la conoció en Concepto, pensó que tal vez Carlota supiera quien era.
Efectivamente, Carlota no solo sabía quien era, sino que se conocían, puesto que era asidua a su galería.
Carlota no sabía donde vivía ni su teléfono, pero eso no era un problema, puesto que Camino Biderbost era muy activa en las redes sociales, sobre todo en FB.
Nada más escribir su nombre salió la primera.
Los dos metieron la cabeza en el ordenador.
Se encontraban en la oficina de Concepto y el ordenador era un iMac de 27 pulgadas, más grande que muchas televisiones.
Mientras veían el muro de Camino, no eran capaces de hacer comentarios.
Casi todo era diferente de lo que ellos conocían.
El ruidismo les gustó.
Gari le explicó a Carlota lo poco que le había contado Camino, sobre algo tan actual y poco conocido todavía en el mundo convencional.
No tenía nada que ver con la música, ni siquiera parecía música, no obstante resultaba sutil, tal vez se asemejaba a ciertos sonidos zen.
También había fotos de mujeres medio desnudas, apología del feminismo, viñetas de cómic con diálogos graciosos.
Imposible descifrar lo que habitaba la cabeza de esa mujer.
El problema que se les planteaba, era que solo Carlota estaba en FB y no la apetecía hacer de celestina mandándole recados de parte de su primo.
Se negó en rotundo a pesar de que Gari insistió.
Gari comprendió que era mejor que él se metiera en FB y le enviara un mensaje con toda naturalidad.
Lo hizo allí mismo desde su propio iPhone.
Carlota le guió los primeros pasos y en diez minutos ya tenía unos cuantos amigos y la posibilidad de conectar con Camino Biderbost.
De momento se conformaba con saber que podía localizarla.
Carlota adoraba a Gari, lo cual no le impedía ver que jugaba con las mujeres como su fueran objetos sin sentimientos.
A pesar de parecer un chico moderno, interesado por el arte, la literatura, la música, el deporte  y algunos asuntos espirituales, en lo que a la mujer concierne, era un machista (1) empedernido disfrazado de moderno.
A ella no le hacía daño, pero veía que a Mónica la estaba volviendo loca disimuladamente y se preguntaba qué intenciones tendría ahora, con esta artista que tanto le había impresionado.
Conocía bien a Mónica y aunque inteligente, es bastante ingenua y puede dejarse engañar con facilidad.
De Camino Biderbost, solo sabía que aparecía por la galería para ver las exposiciones, casi siempre sola y a veces comentaban algo relacionado con el arte.
Le sonaba que salía por los bares de Bilbi (2) y que en el mundo de los artistas tenía su predicamento, pero en asuntos de amores no tenía ni idea.
Tampoco tenía con quien indagar, porque no tenían amigos comunes.
Lo mejor, si quería conocerla era a través de FB.
Podía tantearla y al ver como respondía ella, tomar las decisiones pertinentes.

Por ahora me conformo con estar en FB.

Dijo Gari en un tono displicente.
Carlota sonrió y comentó con cierta sorna:

Cuando has venido a preguntarme por ella, parecía que tu vida dependía de saber como encontrarla.

Gari, que se entendía con su prima de maravilla, soltó una carcajada, le dio un abrazo y se marchó “vaya usted a saber donde”.

Carlota movió la cabeza como diciendo:

No sé lo que se trae entre manos, pero le quiero.





1_adjetivo/nombre común
[persona] Que defiende la superioridad natural del hombre sobre la mujer o da muestras de ello con su comportamiento.
sinónimos:
2_Bilbao la Vieja

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