miércoles, 30 de diciembre de 2015

Capítulo 23_Beñat y Marlène vuelven a aparecer











Hacía tiempo que los de Arminza no daban señales de vida.
Gari había ido a visitarles y quería hacer pesca submarina con Beñat.
Pescaron tantos verdeles, que después de asar algunos en la barbacoa, Gari se llevó los que quedaron para congelarlos y tener pescado para varias semanas.
En realidad Gari quería contarle a Beñat las últimas novedades de su vida, ya que había estado tan ocupado con la nueva casa y los Artiach, que casi se había olvidado de él a pesar de que además de ser su primo, era su mejor amigo.
Cuando se sentaron en la mesa, Marlène se unió a ellos y quiso saber las últimas novedades de Gari a quien tenía gran simpatía.
Precisamente, Gari fue quien le presentó al que ahora era su marido cuando fue a pasar unos días a Bidarte.
Ya conocían su casa puesto que habían estado en la fiesta de la inauguración y también habían conocido a los Artiach, pero no sabían que la amistad entre ellos se estaba fortaleciendo y mucho menos, que su hermana Carlota estuviera saliendo con Jaime, por lo menos es lo que parecía.
Beñat y Marlène se pusieron muy contentos con las noticias y se animaron a organizar un plan de domingo, en el que invitarían a los Artiach para introducirles en la pesca submarina y después harían una comida al aire libre.
Avisarían también a Carlota y a Mónica.
Les dirían que fueran al mediodía cuando todo estuviera ya preparado.
Marléne estaba encantada.
Le gustaba tener invitados y disfrutar con ellos del jardín, que era su orgullo.
Lo cuidaba con mucho esmero y estudiaba los jardines japoneses en los que basaba su estilo.
Estando tan cerca del mar necesitaba plantas especiales, que resistieran el salitre que traía el viento.
Le había costado dar con las especies adecuadas, pero una vez conseguidas, había logrado una preciosidad de arreglos florales, en cuya contemplación se deleitaba.
Para separar la huerta del jardín plantó árboles frutales que, aunque jóvenes, ya empezaban a dar los frutos de temporada.
Al ver como vivía esta pareja en la tranquilidad de la naturaleza, Gari sentía paz y pensaba en que tal vez un día, cuando su alma estuviera serena, le gustaría olvidarse de la vida social, comprarse un caserío cerca de una playa y dedicarse a la vida contemplativa, sin dejar de coger olas, pues estaba convencido de que meterse en el agua le suministraba endorfinas.
Intuía que había otras maneras de vivir, pero no era su momento.
Tenía demasiadas ganas de probar todo lo que la vida le ofreciera, siempre que no fueran asuntos peligrosos, de los que ya había experimentado las consecuencias.
No se sentía dispuesto a comprometerse con una mujer, eso estaba fuera de todas duda.
En este capitulo, tanto Jaime como él lo tenían muy claro.
No solo no estaban dispuestos a sacrificar su libertad, sino que también tenían en cuenta la cantidad de mujeres jóvenes y maravillosas, que están dispuestas a hacerles compañía un rato, sin pedir nada a cambio.
No olvidemos que eran dos surfistas impresionantes, con cuerpos modelados por las olas, morenos tanto en verano como en invierno, sin preocupaciones, siempre contentos, bien vestidos, emanando salud y simpatía.
Las chicas se acercaban a ellos como las abejas a la miel y ellos no las desdeñaban.
Beñat era tan guapo o más que ellos y estaba encantado con Marlène y con la vida que habían organizado, no obstante cuando Gari le contaba sus andanzas, sentía cierta nostalgia de sus años de libertad, siendo estudiante de arquitectura en Barcelona, cuando las compañeras de curso e incluso alguna profesora, le habían acompañado en las calurosas noches del verano mediterráneo.
Beñat estaba muy centrado en su trabajo.
Estudiaba mucho y se había convertido en un experto en la arquitectura sostenible (1).
Estaba muy enfrascado en su trabajo, tenía verdadera vocación.
Él mismo había diseñado el arreglo de la casa de Arminza, que compró cuando estaba en ruinas y consiguió transformarla con sus propias ideas experimentales de tal manera, que había sido publicado en las revistas de arquitectura como modelo de arquitectura ecológica.
Siempre había soñado con ser arquitecto y con vivir en contacto con la naturaleza.
Se sentía querido por Marlène y ambos formaban una pareja encantadora.
Preferían que sus amigos fueran a visitarles, en vez de salir.
Marlène iba a París a menudo para asuntos de trabajo y allí tenía amigos con los que salía a cenar.
Beñat no le preguntaba qué hacía en París por las noches.
En el mundo de la moda el movimiento es continuo, el trabajo dura muchas horas y nadie pregunta en qué cuarto del hotel se termina la noche.
Marlène era guapa, joven y francesa.
Juntos formaban un equipo estupendo.
Mejor no hacer demasiadas indagaciones.

Gari volvió a Bilbao con la cabeza despejada y con ganas de ayudar a Beñat a preparar la fiesta del domingo.
No tenía que hacer gran cosa excepto las llamadas de teléfono.




(1) La arquitectura sustentable, también denominada arquitectura sostenible, arquitectura verde, eco-arquitectura y arquitectura ambientalmente consciente, es un modo de concebir el diseño arquitectónico de manera sustentable, buscando optimizar recursos naturales y sistemas de la edificación de tal modo que minimicen el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes.

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