martes, 8 de diciembre de 2015

Capítulo 12 _Feminismo









Grande fue su sorpresa, cuando al encender el iPhone al despertarse, encontró un WhatsApp de Gari, en el que le citaba para desayunar a las diez en la cafetería del Guggenheim y de paso ver la exposición de Basquiat.
Se pegó un susto morrocotudo.
Miró el reloj y al ver que eran las nueve pensó que si se daba prisa, tendría el tiempo justo para vestirse, llegar a Bilbao y dejar el coche en el parking de la plaza Euskadi.
A pesar de sentirse alterada, hizo un gran esfuerzo y se tranquilizó, pensando que ella tenía su vida y que Gari era simplemente el primo de Carlota, un amigo al que había conocido hacía poco y con quien ni siquiera sabía si tenía algo en común.
Dejar que el tiempo pasara fue una gran idea.
Para ella, sin lugar a dudas y posiblemente para él también.
Había atravesado fases diferentes.
Desde la furia iracunda y las ganas de no volverle a hablar en los días de su vida, hasta la comprensión de que no tenía ninguna obligación de hacerle caso por haberse visto en un par de ocasiones.
Intentó tranquilizarse.
Se dijo a si misma:

Supongo que tendré que confirmar que voy a la cita.

Casi no acertaba a escribir, le temblaban las manos.
Se puso la camisa blanca de Limi Feu, se pintó los labios como de costumbre y salió corriendo en su Toyota color antracita.
Al mirarse en el espejo del ascensor se encontró radiante.
Llegó con un poco de retraso y encontró a Gari sentado en la terraza, leyendo el periódico.
Se levantó, le dio un par de besos y le separó la silla para que se sentara.
En seguida se acercó el camarero.
Gari le preguntó qué podía ofrecerles para desayunar, a lo que él, muy solícito, sugirió que sería más apropiado que fueran al Bistró recientemente abierto, que consta de dos ambientes: una cafetería abierta desde primera hora de la mañana y una espectacular terraza con vistas a la Ría de Bilbao.
Siguieron el consejo y ambos estuvieron de acuerdo en que había sido un acierto.
Es un panorama muy diferente estar en el otro lado del Guggy.
Hicieron un desayuno frugal.
Tenían ganas de ver la expo de Basquiat antes de que hubiera demasiada gente.
Era la primera vez que veían tanta obra del neoyorkino y prefirieron usar las guías, por lo que poco pudieron comentar.
Al terminar la visita, Mónica se despidió con simpatía y naturalidad.
Le pareció notar cierto desencanto en el rostro de Gari.
Resultó una cita adecuada para cortar el hielo que había surgido entre ambos.
No quedaron en volver a verse.
Mónica había recobrado su sangre fría y se comportó a su estilo, amable y con cierta distancia.
Por si acaso.
No tenía ganas de volver a pasar un mal rato por un hombre del que ni siquiera sabía lo que pensaba de la vida.
Antes de empezar con el blog de Morquillas, estaba inmersa en un trabajo de investigación para una editorial feminista en la que querían proponer cursos de lectura, empezando por un estudio profundo de la obra esencial de Simone de Beauvoir “El Segundo Sexo”, cuya aportación al feminismo ha sido altamente significativa.
A Mónica no le quedó más remedio que meterse de lleno en la lectura del libro aunque en realidad, aparte de la propuesta de Virginia Wolf sobre la necesidad de tener una habitación propia, nunca se había planteado la necesidad de ser feminista.
Ni siquiera sabía en qué consiste el feminismo (1).
Antes de leer “El segundo sexo” prefirió indagar lo que habían escrito los estudiosos del tema, ya que el libro es denso y para hacer el blog, solo es necesario mencionarlo.  
A pesar de no profundizar demasiado en nada, Mónica no es tonta.
Tener tontería y ser tonta son cosas diferentes.
Monica es muy inteligente y está preparada para asimilar lo que sea menester.
Estudió Business Administration en la Pepperdine University de Malibu Ca. e incluso hizo un master
con la idea de trabajar en la empresa de su padre.
Simplemente, cuando se dio cuenta de lo divertido que era hacer webs y blogs pensó que trabajar a su aire era mejor.
A su padre no le hizo gracia, la gustaba ver a su hija todos los días y tenerla cerca, era la niña de sus ojos.
Ella también le quería mucho, pero le atraía la idea de la libertad.
Antes de ir a los EEUU pasó un año en París, en una residencia, donde además de francés, aprendió las artes de seducción, de las que solo la mujer francesa es poseedora.
El matrimonio cambió su ritmo de vida, mas la alegría de vivir que la caracterizó desde que nació. solo estaba adormilada.

Y no necesitaba grandes estímulos para que despertara.




1_el feminismo es un movimiento que reivindica la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.




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